Relación entre la motivación y el TDAH

Cada vez es mayor el interés por conocer cual es la relación entre motivación y TDAH. Las principales investigaciones consideran preciso la integración de los aspectos sociales, afectivos y emocionales en el estudio de la motivación. La mayoría de los trabajos realizados se centran en  aspectos muy diferentes como el autoconcepto, los refuerzos, y las atribuciones.

En muchas ocasiones los padres de niños con TDAH se hacen esta pregunta: “¿Por qué sólo parece que son inatentos con las mates, con el trabajo, con los deberes?” La clave para entender esta disparidad no parece estar en la voluntad o la mala educación, sino en el cerebro. Más concretamente en el núcleo accumbens, una pieza esencial del estriado ventral, la región del cerebro relacionada con el placer y la recompensa.

Ese núcleo situado en las profundidades cerebrales está alterado en los niños con TDAH. Así lo han demostrado investigadores de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) y del Vall d”Hebron. “A través de una resonancia magnética nuclear a 42 niños entre 6 y 18 años con TDAH, y otros 42 con la misma edad y sexo y sin ninguna anomalía cognitiva o de conducta, hemos comprobado que el volumen de esta región, el estriado ventral, está reducido en los que tienen TDAH”, explica Sussanna Carmona, investigadora de la unidad de Neurociencia Cognitiva de la UAB (IAPS-Hospital del Mar).

Tradicionalmente se pensaba que el TDAH sólo era una alteración cognitiva, que sólo afectaba a la atención propiamente dicha. Ahora se confirma que también hay problemas para mantener esa atención por alteraciones en el proceso de motivación y que esa es la razón por la que quienes tienen ese trastorno mejoran su atención cuando el estímulo es inmediato. Como, por ejemplo, con la consola.

Es necesario tener un determinado nivel de dopamina para ir liberándola en pequeñas dosis cada cierto tiempo: así mantenemos la motivación a largo plazo. Con el TDAH esta función está alterada y parece, al menos en una parte de los casos, que no se produce esta liberación a pequeñas dosis de la dopamina, por lo que no hay motivación a largo plazo. Este hallazgo puede tener consecuencias en el modo de enseñar y educar a estos niños: “mantenerles atentos puede depender de saber dar compensaciones inmediatas”, explica Susanna Carmona.

Es interesante explorar no sólo componentes cognitivos, sino también los psicosociales, haciendo especialmente énfasis en el entorno social, tipo de feedback verbal que reciben, tipo de tareas en las que se les involucra.