El bullying y el TDAH

Se ha constatado que los niños con dificultades del aprendizaje y autismo, especialmente los niños con TDAH, sufren mayor grado de bullying y ostracismo que sus compañeros.1

 

Recordemos qué significan estos términos:

Bullying

El bullying también conocido como “acoso entre iguales”, implica un maltrato físico, verbal o psicológico entre compañeros de colegio, que se produce de forma constante durante un largo periodo, tanto en la clase como en el patio o a través del móvil o las redes sociales. En ocasiones se manifiesta a través de puñetazos, golpes, empujones u obligando a la persona a hacer algo que no quiere, insultándola, poniéndole motes, amenazándola o criticándola a sus espaldas.

 

Ostracismo

El ostracismo se produce cuando una persona es ignorada y excluida por los demás o un grupo de compañeros en concreto. Pese a no presentar agresión verbal o física, el ostracismo resultaextremadamente doloroso para quien lo padece.

 

Las consecuencias de estas dos prácticas afectan negativamente al sentimiento de pertenencia, la autoestima, el auto-control, el sentido existencial, desencadenando numerosos problemas de carácter psicológico, afectivo, cognitivo y comportamental (soledad, depresión, agresividad, suicidio…)

En la actualidad se estima que entre el 25-30% de los niños están involucrados en bullying de un modo u otro, y se asocia especialmente con niños y niñas que entran en la adolescencia.1

 

Relación entre TDAH y Bullying

Los niños con TDAH pueden tener problemas de sociabilización debido a los síntomas de trastorno y a las comorbilidades (trastornos asociados). Los niños pueden ser más hostiles y disruptivos y reaccionar con enfado y frustración cuando les provocan; por otro lado presentan falta de empatía y menor sentimiento de culpa ante las acciones que realizan.2

Por lo tanto, los chicos con TDAH pueden ser tanto “acosadores” como “acosados”, aunque con mayor probabilidad son “acosados”. Los acosadores, utilizan las “diferencias” de los demás para hacerles sentir mal, ridiculizarles o exponerles ante el resto. Sin embargo, “la diferencia” de la persona acosada no es el problema en ningún caso, el verdadero problema es el miedo, la envidia, la crueldad, la ira, la inseguridad y la infelicidad del acosador. A través del bullying o el ostracismo, consiguen sentirse superiores al resto hundiendo a su/s compañeros.

Se ha analizado la asociación entre el grado de agresividad y el rechazo por sus semejantes, y se ha detectado que los niños que sufrían rechazo directo (primer grado) desarrollaban en el futuro más problemas de conducta y agresividad. Este hecho es así, independientemente de la presencia o no de TDAH, si bien este trastorno aumenta significativamente el grado de predicción.3

¿Qué puedes hacer al respecto?

Abrir los ojos. Es importante estar atento a los pequeños signos que pueden alertarnos de que puede estar produciéndose una situación como las que hemos descrito anteriormente. Por ejemplo, debes estar atento a posibles cambios de comportamiento o actitud de tu hijo para ir a la escuela, lo que cuenta de sus compañeros y de su relación con ellos. Ten en cuenta que si es víctima de bullying puede sentir una gran angustia que le puede llevar a perder el apetito por ejemplo o crearle insomnio o pesadillas.

 

Si sospechas que pasa algo raro, lo ideal es que convoques para una reunión al profesor/a de tu hijopara compartir con él/ella tus preocupaciones, y que colabore en la detección de este tipo de prácticas. Si se confirma el abuso, lo mejor es hablar con el orientador escolar, y la dirección del colegio, para intentar buscar la mejor solución.